LAS
CUATRO CAIDAS DE SATANAS
En
el tema que quiero compartir con ustedes quiero comenzarlo con una
cita que a creado dudas a muchos hermanos, y al igual que a mí por
no entenderla correctamente.
Siempre
había creído que Dios había arrojado a Satanás a la tierra en
el momento que se rebelo contra él en los cielos. Pero no fue así.
Veamos lo que nos dice la Palabra de Dios, el Espíritu de
profecía y los comentarios bíblicos Adventista.
Dice
la cita:
“Y
hubo una gran batalla en el cielo. Miguel y sus ángeles
combatieron al dragón, y el dragón y sus ángeles combatieron; pero
éstos no prevalecieron, ni se halló más lugar para ellos en el
cielo. Y fue lanzado fuera ese gran dragón, la serpiente antigua,
que se llama diablo y Satanás, que engaña a todo el mundo. Fue
arrojado a la
tierra,
y sus ángeles fueron arrojados con él.”
(Apoc.12: 7-9)
¿Cuántos
creen que Satanás fue arrojado directo a la tierra en el
momento que se rebelo contra Dios en el cielo?
Esta
cita si no la analizamos bien nos da a entender algo erróneo. Porque
dice: Satanás fue arrojado a la tierra. ...
¿Fue
echado a tierra Satanás cuando se rebelo contra Dios? NO,
veamos lo que paso.
Es
importante conocer cuando Satanás fue arrojado a la tierra, y
porque fue arrojado y en que ocasión.
Esta
batalla comenzó cuando Lucifer se rebelo contra Dios en los cielos y
terminará cuando sea arrojado al fuego ardiente después de los mil
años.
Analicemos
las cuatro caídas de Satanás.
“Primera
caída de Satanás”
La
batalla en el cielo
“Cuando
fuiste ungido, yo te puse junto con los querubines protectores.
Estabas en el santo monte de Dios, y andabas en medio de piedras de
fuego. Eras perfecto en tus caminos desde el día en que fuiste
creado hasta que se halló en ti maldad. "A causa de tu gran
comercio te llenaron de violencia, y pecaste. Por eso, te expulsé
del monte de Dios, y un querubín protector hizo que desaparecieras
de en medio de las piedras de fuego. Tu corazón se enalteció debido
a tu hermosura; a causa de tu esplendor se corrompió tu sabiduría.
" "Yo te he arrojado en tierra; te he puesto como
espectáculo ante los reyes.” (Eze.28:14-17)
(RVA)
Tú
has dicho en tu corazón: "Subiré al cielo en lo alto; hasta
las estrellas de Dios levantaré mi trono y me sentaré en el monte
de la asamblea, en las regiones más distantes del norte. Subiré
sobre las alturas de las nubes y seré semejante al Altísimo.'
(Isa. 14: 13, 14) (RVA)
EN
EL CIELO, antes de su rebelión, Lucifer era un ángel honrado y
excelso, cuyo honor seguía al del amado Hijo de Dios. Su
semblante, así como el de los demás ángeles, era apacible y
denotaba felicidad. Su frente alta y espaciosa indicaba su
poderosa inteligencia. Su forma era perfecta; su porte Noble y
majestuoso. Una luz especial resplandecía sobre su rostro y
brillaba a su alrededor con más fulgor y hermosura que en los demás
ángeles. Sin embargo, Cristo, el amado Hijo de Dios, tenía la
preeminencia sobre todas las huestes angélicas. Era uno con el
Padre antes que los ángeles fueran creados. Lucifer tuvo
envidia de él y gradualmente asumió la autoridad que le
correspondía sólo a Cristo. (Historia de la redención. Pág. 13)
Entonces
hubo guerra en el cielo. El Hijo de Dios, el Príncipe
celestial y sus ángeles leales entraron en conflicto con el archí
rebelde y los que se le unieron. El Hijo de Dios y los ángeles
fieles prevalecieron, y Satanás y sus seguidores fueron
expulsados del cielo. Toda la hueste celestial reconoció y
adoró al Dios de justicia. Ni un vestigio de rebeldía quedó
en el cielo. Todo volvió a ser pacífico y armonioso como
antes. Los ángeles lamentaron la suerte de los que habían sido sus
compañeros de felicidad y bienaventuranza. El cielo sintió su
pérdida.
El
Padre consultó con el Hijo con respecto a la ejecución de su
propósito de crear al hombre para que habitara la tierra.
(Historia de la redención Pág. 19)
La
cita nos deja ver que después de ser echado Satanás fuera viene la
creación del hombre. Dice: El Padre consultó con el Hijo con
respecto a la ejecución de su propósito de crear al hombre
para que habitara la tierra.
Así
fue como comenzó la batalla en el cielo.
¿Dónde
fue echado Satanás cuando se rebelo contra Dios?
También
a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su
propia morada, los ha reservado en oscuridad, en prisiones
eternas, para el juicio del gran día. (Judas 6)
Porque
si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los arrojó
al abismo, a prisiones tenebrosas, para ser reservados para
el juicio; (2 Pedro 2:4)
"Abismo"
Usado como adjetivo en el griego clásico, este vocablo significa
"insondable", "ilimitado", "sin fondo"
“oscuro” (Comentarios Biblicotomo 5 pag. 593)
En
otras palabras, Satanás no fue echado a la tierra.
Fue
lanzado fuera del cielo, al abismo.
Satanás
y sus ángeles fueron expulsados del cielo en las edades pasadas (2
Ped. 2: 4), antes dé la creación de este mundo (P.P.
14-23; (Comentario Bíblico T.7, p 825)
¿Qué
hizo Satanás después de ser arrojado del cielo?
“El
gobierno de Dios no incluía sólo a los habitantes del cielo sino
también a los de todos los mundos que él había creado; y Satanás
pensó que si podía arrastrar a los ángeles del cielo en su
rebeldía, podría también arrastrar a los habitantes de los demás
mundos “
(Conflicto de los Siglos Pág., 101).
Después
que Satanás y los que cayeron con él fueron echados del
cielo, y él se dio cuenta de que había perdido para siempre toda la
pureza y gloria de aquel lugar,...
Cuando
Satanás se dio plena cuenta de que no había posibilidad de que
regresase al favor de Dios, su malicia y su odio comenzaron a
manifestarse. Consultó a sus ángeles, y trazó un plan para
seguir obrando contra el gobierno de Dios. Cuando Adán y
Eva fueron puestos en el hermoso huerto,
Satanás estaba haciendo planes para destruirlos.
(Primeros Escritos Pág. 146)
A
la tierra.
El
conflicto en el cielo comenzó debido a los planes para la creación
del hombre (ver 3SG 36). Cuando la tierra fue creada y
entregada a Adán, Satanás se esforzó para hacer que cayera el
hombre que acababa de ser creado. Cuando
consiguió que Adán y Eva cayeran, reclamó la posesión de la
tierra (ver com. Mat. 4: 8-9); pero no limitó sus esfuerzos
a esta tierra sino que también tentó a los habitantes de
otros mundos (ver PE 290). Comentario Biblico tomo
7 pag. 825
Para
mejor entendimiento quiero hacerles un cuento
de
un perrito bien bonito y juguetón pero travieso.
Un
Señor tenia un perrito bien bonito y juguetón y travieso. No dejaba
ropa que alcanzara que no tiraba al suelo y muebles que roía
con los dientes y perseguía a los pollitos y los mataba.
Su
amo buscaba como deshacerse del perrito aunque lindo y juguetón. Por
un momento pensó dejarlo frente a la casa de un amigo que vivía
retirado de su casa. Pero pensó que no era correcto dejarle un
animal que le causara problemas.
Después
de mucho pensar como deshacerse del perrito decidió comenzar una
batalla echándole agua y chuleándolo para que se fuera. No le
daba comida ni lo atendía y a cada rato lo echaba de su casa
hasta que el pequeño cachorro se dio cuenta que no lo querían y
tenia que irse.
Comenzó
su caminata triste con su cabecita erguida en busca de un nuevo
hogar. Cuando llego a la primera casa movió su colita muy cariñoso
para que le dieran la bienvenida pero el dueño del hogar conocía al
perrito y sus malas mañas y lo echo fuera.
Continuo
su viaje y mas adelante encontró otra casa y hizo lo mismo, moviendo
su colita con mucha gracia para agradarle al dueño de la casa pero
el dueño también lo echo fuera porque lo conocía. El pobre perrito
pasa muchos días muy triste buscando un hogar donde lo recibieran
pero nadie lo quería.
Cierto
día se detuvo frente a una casa grande y hermosa, con hermosos
jardines que estaban en los últimos toques para terminar su
construcción, pero al ver que no había nadie continuo su viaje.
Al
no encontrar a nadie que le diera la bienvenida, decidió pasar por
la casa hermosa que estaba en construcción para ver si había gentes
en ella. Para su sorpresa encontró a un niño jugando con su
hermanita en el hermoso jardín y brinco de alegría y comenzó a
ladrar en un tono agradable moviendo su colita y brincando en la
grama. Los niños se emocionaron tanto que cogieron al perrito y se
lo llevaron a sus padres para que lo dejaran con ellos. El perrito se
porta de maravillas los primeros días y todos muy contentos con su
nueva mascota.
Con
el tiempo el perrito comenzó con sus travesuras antiguas y los
dueños no encontraban que hacer con él. Llegaron amarlo mucho por
ser tan cariñoso y juguetón decidieron quedarse con el perrito
soportando todos los males que les causaba.
Este
perrito representa a Satanás que cuando fue echado del cielo fue a
tentar otros mundos en busca de un lugar para establecer su propio
reino maligno. Ninguno de los mundos que visito le dieron la
bienvenida.
Cuando
llego a este mundo recién creado encontró una parejita muy feliz
que disfrutaban en la hermosura del huerto de edén.
De
seguro que se mostró muy amable con Eva cuando hablaba con ella en
el árbol prohibido para hacerla caer en la tentación.
Lamentablemente cayo al igual que el hombre y hemos tenido que
quedarnos con este ángel caído del cielo. A través de toda la
historia Satanás a sabido a traer al hombre con sus artimañas
ofreciéndoles placeres y diversiones en sus deseos carnales haciendo
que todo lo que les ofrece le gusten. Pero los que temen a Jehová
batallan contra estos males con su ayuda para vencer.
Adán
y Eva tentados.
Seguramente
lucifer o Satanás se dirigió a Eva con mucha amabilidad y dulzura
diciéndole:
2-
La mujer respondió a la serpiente: "Del fruto de los árboles
del huerto podemos comer,
3-
"pero del fruto del árbol que está en medio del huerto Dios
dijo: 'No comáis de él, ni lo toquéis, para que no muráis' ".
4-
Entonces la serpiente replicó a la mujer: "No es cierto. No
moriréis.
5-
"Sino que Dios sabe que el día que comáis de él serán
abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, conocedores del bien y
del mal".
6-
Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, agradable a
los ojos y codiciable para alcanzar sabiduría, tomó de su fruto y
comió. Y también dio a su esposo, que comió igual que ella.
7-
Entonces se abrieron sus ojos, y al darse cuenta que estaban
desnudos, cosieron hojas de higuera y se las ciñeron. (Génesis 3:
1-7)
Cuando
nuestros primeros padres cayeron en la desobediencia, Dios se hizo
cargo de pagar la desobediencia del hombre. Allí mismo les rebelo el
plan de salvación y les dijo:
Pondré
enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente
suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú te herirás en el
calcañar. (Gén. 3: 15)
Los
ángeles celestiales explicaron más completamente a nuestros
primeros padres el plan que había sido concebido para su redención.
Se les aseguró a Adán y a su compañera que a pesar de su
gran pecado, no se los abandonaría a merced de Satanás. El
Hijo de Dios había ofrecido expiar, con su propia vida, la
trasgresión de ellos. Se les otorgaría un tiempo de gracia, y
mediante el arrepentimiento y la fe en Cristo, podrían llegar a ser
de nuevo hijos de Dios. (Cristo en el santuario p. 25)
Jesús
rebela el plan de salvación a los ángeles.
"El
único plan que podía asegurar la salvación del hombre afectaba a
todo el cielo en su infinito sacrificio. Los ángeles no podían
regocijarse mientras Cristo les explicaba el plan de redención, pues
veían que la salvación del hombre iba a costar indecible angustia a
su amado jefe. Llenos de asombro y pesar, le escucharon cuando les
dijo que debería bajar de la pureza, paz, gozo, gloria y vida
inmortal del cielo, a la degradación de la tierra, para soportar
dolor, vergüenza y muerte. . . . Los ángeles se postraron de
hinojos ante su soberano y se ofrecieron ellos mismos a sacrificarse
por el hombre. Pero la vida de un ángel no podía satisfacer
la deuda; solamente Aquel que había creado al hombre tenía poder
para redimirlo. No obstante, los ángeles iban a tener una
parte que desempeñar en el plan de redención. . . . Los ángeles
habían de ser espíritus auxiliadores, enviados para ayudar a los
que fuesen herederos de la salvación. Guardarían a los
súbditos de la gracia del poder de los malos ángeles y de las
tinieblas que Satanás esparciría constantemente alrededor de
ellos.". (Patriarcas y Profetas p.49, 50)
En
otras palabras, los ángeles iban a tener una parte que desempeñar
en esta gran batalla que se iba enfrentar Jesús en este mundo.
La
batalla más grande que se ha tenido este mundo fue la que Jesús
enfrentó contra Satanás. La batalla del bien y del mal.
Dice
la cita: “Y hubo una gran batalla en el cielo. Miguel y
sus ángeles combatieron al dragón, y el dragón y sus ángeles
combatieron;” Apoc. 12: 7
En
otras palabras, esta batalla que comenzó en el cielo, continuo
en la tierra.
Cuando
Jesús dijo: "Arrepentios, porque el reino de los cielos se ha
acercado."Mat 3:2
Quiso
decir: El reino de los cielos esta entre vosotros.
Cristo
representa el reino de los cielos en la tierra.
“Cuando
Jesús nació, Satanás tembló”
Al
nacer Jesús, Satanás supo que había venido un Ser comisionado
divinamente para disputarle su dominio. Tembló al oír
el mensaje del ángel que atestiguaba la autoridad del Rey recién
nacido. Satanás conocía muy bien la posición que Cristo había
ocupado en el cielo como amado del Padre. El hecho de que el Hijo de
Dios viniese a esta tierra como hombre le llenaba de asombro y
aprensión. No podía sondear el misterio de este gran sacrificio. Su
alma egoísta no podía comprender tal amor por la familia engañada.
La gloria y la paz del cielo y el gozo de la comunión con Dios, eran
débilmente comprendidos por los hombres; pero eran bien conocidos
para Lucifer, el querubín cubridor. Puesto que había perdido el
cielo, estaba resuelto a vengarse haciendo participar a otros de su
caída. Esto lo lograría induciéndolos a menospreciar las cosas
celestiales, y poner sus afectos en las terrenales. (Deseado p. 90)
Jesús
vino a enfrentar la batalla más grande en la historia de este
mundo. Vino a disputar el dominio a Satanás.
En
esta batalla Jesús no utilizó ningún tipo de armas como las que
utiliza el hombre en las batalla. Solo utilizó la espada de dos
filos que es la Palabra de Dios.
En
el libro de san Mateo 4: 1-7, pueden leer los tres ataques que
Satanás se lanza contra Jesús para tentarlo y hacerlo caer. Pero
Jesús utilizó la espada de dos filos que es la Palabra de
Dios para vencerlo y lo venció.
En
cierta ocasión Jesús dijo:
Ahora
es el juicio de este mundo. Ahora será echado fuera el
príncipe de este mundo. Juan 12: 31.
Cuando
Satanás hizo caer al hombre en pecado se considero el príncipe de
este mundo.
Siempre
afirmaba que los mandamientos de Dios, que son el trasunto de su
carácter, nadie podía guardarlos. Jesús vino como hombre sin
pecado a desenmascarar a Satanás, mostrar a los mundos no caídos y
al hombre que había caído, que si podemos guardar sus mandamientos
a través de él.
Cristo
vino hacer juicio en este mundo, y en el momento indicado Satanás
será echado fuera, en otras palabras, cuando dijo: “Ahora
será echado fuera el príncipe de este mundo”(como principe) se
refería en el momento de su muerte en la cruz. Cristo lo venció con
su muerte en la cruz y se hizo príncipe de este mundo. Lo
echo fuera como príncipe con su muerte en la cruz.
En
otras palabras, cuando Cristo ascendió a los cielos, Satanás
dejo de ser el príncipe de este mundo.
En
otra ocasión Jesús les dijo:
Yo
veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Luc. 10: 18.
Estaba
hablando del futuro, “Yo veía a Satanás caer del cielo como un
rayo”
¿Cuándo
ocurrió esto?
Cuando
Jesús ascendió a los cielos como príncipe de este mundo, Satanás
fue echado del cielo.
Veamos
como ascendió Jesús a los cielos.
“Levantad,
oh puertas, vuestras cabezas! Levantaos, oh puertas eternas, y
entrará el Rey de gloria. ¿Quién es este Rey de gloria?
¡Jehová, el fuerte y poderoso! ¡Jehová, el poderoso en la
batalla! ¡Levantad, oh puertas, vuestras cabezas! Levantaos, oh
puertas eternas, y entrará el Rey de gloria. ¿Quién es este Rey de
gloria? ¡Jehová de los Ejércitos! ¡El es el Rey de gloria!”
(Salmo 24: 7- 10)
Cristo
vino a la tierra como Dios revestido de humanidad. Ascendió a
los cielos como el Rey de los santos. Su ascensión fue digna
de su elevado carácter. Fue como quien es poderoso en batalla,
un vencedor, que llevó cautiva a la cautividad. Fue escoltado
por la hueste celestial, entre exclamaciones y aclamaciones de
alabanza y cánticos celestiales... Todo el cielo se unió en su
recepción. (Manuscrito 134, 1897) (A fin de conocerle 74)
Allí
está el trono, y en derredor el arco iris de la promesa. Allí están
los querubines y los serafines. Los comandantes de las huestes
angélicas, los hijos de Dios, los representantes de los mundos
que nunca cayeron, están congregados. El concilio celestial
delante del cual Lucifer había acusado a Dios y a su Hijo, los
representantes de aquellos reinos sin pecado, sobre los cuales
Satanás pensaba establecer su dominio, todos están allí para
dar la bienvenida al Redentor. Sienten impaciencia por
celebrar su triunfo y glorificar a su Rey. (Deseado de todas las
gentes Pág. 708)
Oí,
de parte de los ángeles y de los santos redimidos, exclamaciones de
triunfo que resonaban como diez mil instrumentos músicos, porque
ya no se verían ellos molestados ni tentados por Satanás, y
porque los habitantes de otros mundos quedaban libres de él y de sus
tentaciones. (Primeros Escritos Pág. 290)
Dios
le permitió a Satanás desarrollar su carácter, para que pudiera
presentarse ante el universo del cielo, ante los mundos no caídos,
y ante el mundo caído, con sus verdaderos atributos, como un
engañador, el acusador de los hermanos, un asesino de corazón.
(Testimonios para los Ministros Pág. 418)
¿Qué
mas hacia el tentedor?
“Porque
ha sido arrojado
el acusador de
nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro
Dios. U. P. (Apoc. 12:10)
Era
un acusador en el cielo. Veamos:
“Aconteció
cierto día que vinieron los hijos de Dios (representantes de otros
mundos) para presentarse ante Jehovah, y entre ellos vino
también Satanás. Y Jehovah preguntó a Satanás: ¿De dónde
vienes? Satanás respondió a Jehovah diciendo: De recorrer la tierra
y de andar por ella. Y Jehovah preguntó a Satanás: ¿No te has
fijado en mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra:
un hombre íntegro y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? Y
Satanás respondió a Jehovah diciendo: ¿Acaso teme Job a Dios de
balde? ¿Acaso no le has protegido a él, a su familia y a todo lo
que tiene? El trabajo de sus manos has bendecido, y sus posesiones se
han aumentado en la tierra. Pero extiende, por favor, tu mano y toca
todo lo que tiene, ¡y verás si no te maldice en tu misma
cara! (Job 1:6-11)
La
primera caída de Satanás fue cuando fue echado del cielo al abismo
oscuro.
Yo
imagino ese abismo oscuro que es el espacio vacío y oscuro que esta
entre los mundos creados.
Veamos
la segunda caída de Satán en Apocalipsis Cáp. 12: 7-9.
"Segunda
caída de Satanás"
“Y
fue hecha una gran batalla en el cielo: Miguel y sus
ángeles pelearon contra el dragón. Y el dragón y sus ángeles
pelearon, pero no prevalecieron, ni fue hallado más el lugar
de ellos en el cielo. Y fue arrojado el gran dragón,
la
serpiente antigua
que se
llama diablo
y Satanás,
el cual engaña
a todo el mundo.
Fue arrojado a la tierra,
y sus ángeles
fueron arrojados
junto con
él.
Versos 7-9.
Es
importante analizar estas citas antes de continuar.
Juan
esta mencionando a una serpiente antigua que engaña a todo el
mundo.
Antigua
porque en el momento que fue echado del cielo a la tierra tenia
cuatro mil años de viejo engañando al mundo.
Y
fue arrojado a la tierra con sus ángeles porque este fue el
único lugar donde logro engañar al hombre y establecer su reino.
Cuando
Lucifer fue echado del cielo no era una serpiente antigua, estaba
comenzando hacer sus planes, y tampoco engañaba al mundo. Todavía
el hombre no había sido creado. Así que no podemos aplicar esta
cita como muchos la aplican de que Satanás fue echado a la tierra en
el momento en que este se revelo contra Dios en los en los cielos.
Esta
es la segunda ves que Satanás es echado fuera pero ocurrió en el
momento en que Jesús ascendió a los cielos, veamos las siguientes
citas.
Oí
una gran voz en el cielo que decía: "¡Ahora ha llegado la
salvación y el poder y el reino de nuestro Dios, y la
autoridad de su Cristo! Porque ha sido arrojado el acusador
de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de
nuestro Dios. Por esto, alegraos, oh cielos, y los que habitáis
en ellos. ¡Ay de la tierra y del mar! Porque el diablo ha descendido
a vosotros y tiene grande ira, sabiendo que le queda poco tiempo."
Y
cuando el dragón vio que había sido arrojado a la tierra, persiguió
a la mujer que había dado a luz al hijo varón. Entonces el dragón
se enfureció contra la mujer, y se fue para hacer guerra contra los
demás descendientes de ella, quienes guardan los mandamientos de
Dios y tienen el testimonio de Jesucristo”. (Apoc. 12: 7 -
17)
Analicemos
Apocalipsis 12: 7-12,
según
el Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día
(Comentario
Bíblico Adventista del Séptimo Día Tomo 7 Pág. 824 - 827)
versiculo
7
Batalla
en el cielo.
Juan
presenta ahora brevemente la historia del gran conflicto que hubo en
el cielo entre Satanás y Cristo, desde su origen hasta el momento en
que Cristo triunfó en la cruz (Apoc. 12: 7-9 cf. Col.
2: 14-15), cuando Satanás fue arrojado definitivamente del cielo a
la tierra (Apoc. 12: 10-12), y el desarrollo de ese conflicto en la
tierra hasta el tiempo del fin (Apoc. 12: 13-16; ver com. Dan.
11: 35). Esta breve reseña queda como trasfondo de la extensa
descripción del desarrollo del conflicto durante el tiempo del fin,
por medio del cual esa lucha finalmente termina con éxito (Apoc. 12:
17 a 20: 15).
En
el cap. 12:9-11 Juan habla más particularmente de la fase del
conflicto librado en el cielo en relación con la muerte de Cristo en
la cruz. En cuanto a la evidencia del contexto que apoya esta
conclusión, ver com. vers. 9.
Aunque
el revelador enfoca primordialmente su atención sobre el punto
culminante del conflicto, que tuvo lugar en la cruz, la frase "hubo
una gran batalla en el cielo" también puede entenderse como que
se refiere al tiempo anterior a la creación de la tierra, cuando la
hostilidad del dragón comenzó porque Lucifer aspiraba a ser
semejante a Dios (ver com. Isa. 14: 13-14; Eze. 28: 12-16). En
ese tiempo Satanás fue expulsado del cielo junto con los ángeles
que simpatizaban con él (ver 2 Ped. 2:4; Jud. 6). Los ángeles
leales no entendieron plenamente entonces todas las consecuencias que
estaban implicadas; pero cuando Satanás vilmente derramó la sangre
de Cristo, quedó completa y eternamente desenmascarado delante del
mundo celestial. Desde ese momento sus actividades fueron aún
más restringidas (ver DTG 709).
Miguel.
Gr.
Mija'l, una transliteración del Heb. mika'el, que significa "¿quién
semejante a Dios?" Miguel es mencionado como "uno de los
principales príncipes" (Dan. 10: 13), como "el gran
príncipe" (Dan. 12: 1), y también como "el arcángel"
(Jud. 9). La literatura judía describía a Miguel como el más
encumbrado de los ángeles, el verdadero representante de Dios, y lo
identificaba como el ángel de Jehová (ver Talmud Yoma 37a; Midrash
Rabbah, com. Gén. 18:3; Exo. 3:2). Según el Midrash
Rabbah, com. Exo. 12:29, Miguel fue el ángel que vindicó a
Israel contra las acusaciones de Satanás. Un examen cuidadoso
de las referencias bíblicas a Miguel permite concluir que no es otro
sino nuestro bendito Señor y Salvador Jesucristo (ver com. Dan.
10: 13; cf. com. Jud. 9).
Sus
ángeles.
Es
decir, los ángeles leales, los "espíritus ministradores,
enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la
salvación" (Heb. 1: 14).
Dragón.
Ver
com. vers. 3.
Sus
ángeles.
Es
decir, los ángeles que apoyaron a Satanás en su guerra contra
Cristo (ver com. vers. 4).
verso
8
No
prevalecieron.
Como
la frase "batalla en el cielo" (vers. 7) puede tener una
doble aplicación cuando se describe tanto el conflicto inicial en el
cielo entre Lucifer y Dios como el que comenzó en la tierra entre
Satanás y el Cristo encarnado, las palabras "no prevalecieron"
pueden aplicarse apropiadamente a ambas etapas del conflicto, pues
Satanás no tuvo éxito en ninguna de las dos.
Ya
lugar.
Estas
palabras pueden entenderse como una referencia al lugar que una vez
poseyeron u ocuparon, o se les había asignado. Lucifer fue una
vez el querubín "protector" (ver com. Eze. 28: 14),
y los ángeles que se unieron con él en la rebelión ejercían
diversas funciones de responsabilidad. Lucifer y sus ángeles
perdieron esas funciones cuando fueron arrojados del cielo.
verso
9
Fue
lanzado fuera.
Satanás
y sus ángeles fueron expulsados del cielo en las edades pasadas (2
Ped. 2: 4), antes de la creación de este mundo (PP 14-23; cf.
PE 145-146; CS 552-554; 3SG 36, 39; 1SP 17-33). Sin
embargo, parece que hasta el momento del drama de la cruz
podía llegar hasta los seres celestiales, y en un grado limitado,
posiblemente como "príncipe de este mundo" (Juan
12:31; Luc. 4:6), pero no como habitante del cielo, podía entrar en
los recintos celestiales (DTG 709; cf. HR 26-27; ver com. "en
tierra"). Esta puede ser, sin embargo, la expulsión
definitiva que ocurrió en la cruz, como lo declaró nuestro Señor
(Juan 12:31-32; cf. PP 54-57; DTG 455, 633,706). Es evidente
por el contexto (vers. 10-13) 825 que Juan se está refiriendo más
específicamente a los sucesos relacionados con el triunfo de Cristo
en la cruz. Pueden notarse los siguientes puntos:
1.
La proclamación que hace una "gran voz en el cielo" (vers.
10-12) es más o menos un paréntesis, cuyo propósito es explicar el
significado de la expulsión de Satanás (vers. 9), en primer lugar a
los habitantes del cielo, y luego a los de esta tierra. Después
de este paréntesis explicatorio, el vers. 13 continúa la narración
de las actividades de Satanás a partir del lugar donde había
quedado en el vers. 9. Por consiguiente, los vers. 10-12 constituyen,
principalmente, una declaración relativa al estado del plan de
salvación en el momento en que Satanás fue "arrojado a la
tierra".
2.
La primera declaración de la "gran voz" consiste en una
serie de hechos relacionados con el triunfo de Cristo en la cruz
sobre Satanás: se aseguró el plan de la "salvación", se
dio "poder" para resistir los engaños de Satanás, se
aseguró el "reino" de Cristo y fue confirmado su "poder"
literalmente "autoridad" de ser el Salvador del hombre, el
sumo sacerdote y rey (Mat. 28:18; CS 558).
3.
La razón que se da en Apoc. 12: 10 para esta cuádruple victoria es
muy especifica: que "ha sido lanzado fuera el acusador de
nuestros hermanos", lo cual relaciona claramente lo que se ha
hecho con la expulsión del vers. 9.
4.
En el tiempo de la expulsión de los vers. 9-10, 13, "el
acusador de nuestros hermanos" ya los había estado acusando
activamente "delante de nuestro Dios día y noche". Es
obvio que esta caída ocurrió después de que Satanás había estado
acusando durante cierto tiempo a "los hermanos"; por lo
tanto, según parece ésta no puede ser la expulsión original de
Satanás, la cual fue, por supuesto, antes de la creación de la
tierra y de Adán y Eva.
5.
El vers. 11 declara específicamente que fue "la Sangre del
Cordero" -la muerte de Cristo en la cruz- la que había
hecho posible la victoria sobre "el acusador de nuestros
hermanos".
El
gran dragón.
Ver
com. vers. 3.
Serpiente.
Una
referencia a la serpiente que engañó a Eva (Gén. 3: 1).
Antigua.
Gr.
arjáios, "antiguo", "viejo", de arj',
"principio". "Arcaico" deriva de arjáios.
Cf. Juan 8: 44.
Diablo.
Gr.Diábolos,
"calumniador" (ver com. Mat. 4: 1).
Satanás.
Gr.
Satanás, transliteración del Heb. Sátan, que significa
"adversario" (ver com. Zac. 3: 1).
Engaña.
Gr.
PlanáÇ, "hacer errar", "descarriar". "engañar"
(ver com. Mat. 18: 12).
Mundo.
Gr.
oikoumén' "el mundo habitado", de oikéÇ, "morar"
(ver com. Mat. 4: 8).
A
la tierra.
El
conflicto en el cielo comenzó debido a los planes para la creación
del hombre (ver 3SG 36). Cuando la tierra fue creada y
entregada a Adán, Satanás se esforzó para hacer que cayera el
hombre que acababa de ser creado. Cuando consiguió que Adán y
Eva cayeran, reclamó la posesión de la tierra (ver com. Mat.
4: 8-9); pero lo limitó sus esfuerzos a esta tierra sino que también
tentó a los habitantes de otros mundos (ver PE 290). No será
sino hasta la segunda venida de Cristo cuando Satanás será
completamente confinado a esta tierra durante mil años (ver com.
Apoc. 20: 3; cf. PE 290, DTG 455).
verso
10
Una
gran voz.
Hay
gran regocijo en las cortes celestiales por la expulsión de Satanás
y de su hueste.
Ahora
ha venido.
El
punto crucial de la historia es la cruz (ver com. vers. 7, 9). Los
habitantes del cielo bien podían regocijarse porque ahora estaba
asegurada la destrucción de Satanás. Ya antes había sido así
en el plan de Dios, pero ahora los seres celestiales se unían al
canto porque habían visto revelada en el Calvario la malignidad de
Satanás contra Cristo.
Salvación.
Gr.
sÇt'ría, "liberación", "salvación"; aquí
posiblemente "victoria".
Poder.
Gr.
dúnamis, "poder", "fuerza". Sin duda se
hace referencia a la manifestación de poder que produjo la caída
del dragón.
Reino.
Satanás
había pretendido que él era el gobernante legítimo de este mundo;
pero cuando no pudo conseguir que pecara el Hijo de Dios, quedó
asegurado el reino de Cristo.
Su
Cristo.
O
"su Ungido". Cristo significa "ungido" (ver
com. Mat. 1: 1).
El
acusador.
Satanás
era el acusador de los hermanos en los días del AT (Job 1: 8-12;
Zac. 3:1), y ha continuado desempeñando este papel después de la
cruz, pero en escala limitada (ver com. Juan 12:31; cf. DTG
709). Los escritos rabínicos frecuentemente presentan a Satanás
como el gran acusador (ver Talmud Sanhedrin 89b; Midrash Rabbah, com.
Exo. 32: 2).
Hermanos.
Cf
cap. 6: 11.
Día
y noche.
O
siempre que se presentaba la oportunidad.
verso
11
Ellos
le han vencido.
La
mente del profeta está absorta en la contemplación de los que han
sido acusados por el instigador del mal. Piensa en cuánto han
sufrido y en las indignidades a las cuales han sido expuestos.
Recuerda cómo vencieron a pesar de las dificultades, no por su
propia fuerza sino "por medio de la sangre del Cordero".
Por
medio de la sangre.
O
"en virtud de la sangre", "debido a la sangre".
Los santos vencieron a causa de la victoria del Calvario. En
cuanto al significado de la "sangre", ver com. Apoc.
1: 5; cf. com. Rom. 5: 9.
Cordero.
Ver
com. Juan 1: 29.
De
la palabra.
"A
causa de la palabra", o "debido a la palabra".
Del
testimonio.
Es
decir, su testimonio personal respecto a Jesús y el Evangelio.
Menospreciaron
sus vidas. ¡Qué fidelidad! Preferían morir antes que desobedecer a
Dios. Ver com. Juan 12: 25.
verso
12
Alegraos,
cielos.
Había
regocijo en el cielo porque los ángeles y los habitantes de otros
mundos sabían que Satanás estaba condenado por la victoria de
Cristo en el Calvario.
¡Ay!
Para
la iglesia aún habría persecución, por eso sus miembros no podían
regocijarse todavía.
Gran
ira.
El
diablo está airado por su derrota. En vez de sentir remordimiento y
pesar por el mal, se sumerge cada vez más profundamente en la
iniquidad; sigue adelante con una malignidad intensificada y renovada
en sus esfuerzos por perseguir a la iglesia del Dios viviente. Cf.
1 Ped. 5: 8
.
Poco.
Gr.
olígos, "poco", "pequeño", "escaso",
cuando se refiere a un número, cantidad o tamaño; "corto",
cuando se refiere a tiempo. Olígos es un término relativo; describe
aquello a que se refiere según el sentido del contexto. Olígos
se usa para referirse a "unos pocos pececillos" en el
relato de la alimentación de los 4.000, en comparación con la
cantidad que habría sido necesaria para alimentar a esa multitud
(Mat. 15: 34). El número de los que hallan el camino de la
vida son "pocos" (olídos), comparado con el número de los
que escogen el camino de la destrucción (Mat. 7: 14). Jesús puso
sus manos sobre "pocos" (olídos) enfermos, en comparación
con el número de los que podrían haber sido sanados si no hubiera
habido tanta incredulidad (Mar. 6: 5).
Olígos
se usa ocho veces en el NT con referencia al tiempo. En cinco
casos el tiempo está implícito en la palabra (Mar. 6: 31;
Sant. 4: 14; 1 Ped. 1: 6; 5: 10; Apoc. 17: 10); en tres casos, el
tiempo se expresa mediante una palabra modificada por olígos (Hech.
14: 28 dice literalmente "no poco tiempo"; Heb. 12: 10;
Apoc. 12: 12). La duración del tiempo expresada por olígos
depende de aquello con lo cual se compara; por ejemplo, el reposo
descrito en Mar. 6: 31 que durará olígos, probablemente continuó
sólo por pocos días, o a lo sumo pocas semanas. Pero en Sant.
4: 14 olígos describe la duración de la vida de un hombre. En
Apoc. 12:1 2 olígos define el período desde la expulsión de
Satanás cuando Cristo fue crucificado (ver com. "Fue lanzado
fuera"), hasta el fin de la tiranía de Satanás sobre los
habitantes de la tierra. Este período se describe como olígos
en comparación con el lapso de más de 4.000 años que
transcurrieron antes de la crucifixión.
Puede
parecer que los 2.000 años que han transcurrido desde la
crucifixión, durante los cuales Satanás ha estado trabajando
activamente contra la iglesia, no es "poco tiempo", ya sea
en sentido absoluto o cuando se compara con los 4.000 años que
precedieron a la crucifixión; sin embargo, esta expresión debe
entenderse dentro del contexto de todo el contenido del libro de
Apocalipsis, que presenta la segunda venida de Cristo como cercana
(ver com. cap. 1: 1; cf cap. 22: 20). Si Jesús viene "presto",
entonces el tiempo que Satanás tiene para obrar es "poco".
Ver com. cap. 17: 10.
(Comentario
Bíblico Adventista del Séptimo Día Tomo 7 Pág. 824 - 827)
Espero
que la lectura tomada del Comentario Bíblico Adventista le haya sido
de ayuda para entender mejor la posición de la segunda caída de
Satanás.
Veamos
la Tercera caída”
"Tercera
caída de Satanás"
La
tercera caída de Satanás surgirá en la segunda venida de
Jesús a este mundo.
1-Vi
a un ángel que descendía del cielo y que tenía en su mano la llave
del abismo y una gran cadena.
2-
El prendió al dragón, aquella serpiente antigua quien es el diablo
y Satanás, y le ató por mil años.
3-
Lo arrojó al abismo y lo cerró, y lo selló sobre él para
que no engañase más a las naciones, hasta que se cumpliesen los mil
años. Después de esto, es necesario que sea desatado por un poco de
tiempo. (Apoc. 20: 1-3)
Aquí
es donde, con sus malos ángeles, Satanás hará su morada durante
mil años. Limitado a la tierra, no podrá ir a otros mundos para
tentar e incomodar a los que nunca cayeron. En este sentido es cómo
está atado: no queda nadie en quien pueda ejercer su poder. Le es
del todo imposible seguir en la obra de engaño y ruina que por
tantos siglos fue su único deleite.
El
profeta Isaías, mirando hacia lo por venir, ve en lontananza el
tiempo en que Satanás será derrocado, y exclama: "¡Cómo
caíste de los cielos, oh Lucero, hijo de la aurora! ¡has sido
derribado por tierra, tú que abatiste las naciones! . . . Tú eres
aquel que dijiste en tu corazón: ¡Al cielo subiré; sobre las
estrellas de Dios ensalzaré mi trono!" "¡Seré semejante
al Altísimo! ¡Pero ciertamente al infierno serás abatido, a los
lados del hoyo! Los que te vieren clavarán en ti la vista, y de ti
se cerciorarán, diciendo: ¿Es éste el varón que hizo temblar la
tierra, que sacudió los reinos; que convirtió el mundo en un
desierto, y destruyó sus ciudades; y a sus prisioneros nunca los
soltaba, para que volviesen a casa?" (Isaías 14: 12-17, V.M.)
Durante
seis mil años, la obra de rebelión de Satanás "hizo temblar
la tierra." El "convirtió el mundo en un desierto, y
destruyó sus ciudades; y a sus prisioneros nunca los soltaba, para
que volviesen a casa." Durante seis mil años, su prisión [la
tumba] ha recibido al pueblo de Dios, y lo habría tenido cautivo
para siempre, si Cristo no hubiese roto sus cadenas y libertado a los
que tenía presos.
Hasta
los malos se encuentran ahora fuera del poder de Satanás; y queda
solo con sus perversos ángeles para darse cuenta de los efectos de
la maldición originada por el pecado. "Los reyes de las
naciones, sí, todos ellos yacen con gloria cada cual en su propia
casa [el sepulcro]; ¡mas tú, arrojado estás fuera de tu sepulcro,
como un retoño despreciado! . . . No serás unido con ellos en
sepultura; porque has destruído tu tierra, has hecho perecer a tu
pueblo." (Vers. 18-20.)
Durante
mil años, Satanás andará errante de un lado para otro en la tierra
desolada, considerando los resultados de su rebelión contra la ley
de Dios. Todo este tiempo, padece intensamente. Desde su caída, su
vida de actividad continua sofocó en él la reflexión; pero ahora,
despojado de su poder, no puede menos que contemplar el papel que
desempeñó desde que se rebeló por primera vez contra el gobierno
del cielo, mientras que, tembloroso y aterrorizado, espera el
terrible porvenir en que habrá de expiar todo el mal que ha hecho y
ser castigado por los pecados que ha hecho cometer. (Conflicto de los
siglos Pág. 717, 718)
“Cuarta
Caída de Satanás
”
La
cuarta caída de Satanás será después del milenios y la segunda
resurrección de los impíos.
7-
Cuando se cumplan los mil años, Satanás será soltado de su prisión
8-
y saldrá para engañar a las naciones que están sobre los
cuatro puntos cardinales de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de
congregarlos para la batalla. El número de ellos es como la arena
del mar.
9-
Y subieron sobre lo ancho de la tierra y
rodearon
el campamento de los santos y la ciudad amada, y descendió fuego del
cielo y los devoró.
10
-Y el diablo que los engañaba fue lanzado al lago de fuego y
azufre, donde también están la bestia y el falso profeta, y
serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
(Apoc. 20: 7-10)
Fuego
del cielo
Entonces
se cumplieron las palabras del profeta: "Porque Jehová está
airado contra todas las naciones, e indignado contra todo el ejército
de ellas; las destruirá y las entregará al matadero" (Isa. 34:
2). "Sobre los malos hará llover calamidades; fuego,
azufre y viento abrasador será la porción del cáliz de ellos"
(Sal. 11: 6). Descendió fuego del cielo. La tierra se
resquebrajó. Aparecieron las armas escondidas en sus
profundidades. Llamas devoradoras irrumpieron de los abismos.
Hasta las rocas ardieron. Había llegado el día
"ardiente como un horno" (Mal. 4: 1). Los elementos
se fundieron por el calor, y también se quemaron la tierra y las
obras que había en ella. (2 Ped. 3: 10.) El fuego de Tofet estaba
preparado para el rey, el jefe de la rebelión; su pira era profunda
y ancha, y "el soplo de Jehová, como torrente de azufre, la
enciende" (Isa. 30: 33). La superficie de la tierra
parecía una masa fundida, un vasto e hirviente lago de fuego. Era
el momento del juicio y la perdición de los hombres impíos, "es
día de venganza de Jehová, año de retribuciones en el pleito de
Sión" (Isa. 34: 8).
Los
impíos recibieron su recompensa en la tierra. "Serán
estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los
ejércitos" (Mal. 4: 1). Algunos fueron destruidos en un
momento, mientras que otros sufrieron muchos días. Todos
fueron castigados según sus acciones. Los pecados de los
justos fueron transferidos a Satanás, el originador del mal, quien
debió sufrir su castigo.* Tuvo que sufrir entonces, no
solamente por su propia rebelión, sino por todos los pecados que
hizo cometer a los hijos de Dios. Su castigo, entonces, será
mucho mayor que el de aquellos a quienes engañó. Después que
perezcan todos los que cayeron por causa de sus engaños, deberá
seguir viviendo y sufriendo. Las llamas purificadoras
finalmente destruyeron a los impíos, raíz y ramas, Satanás la
raíz, sus seguidores las ramas. La justicia de Dios fue
satisfecha, y los santos y toda la hueste angélica dijeron en alta
voz. "¡Amén!"
Mientras
la tierra quedará envuelta por el fuego de la venganza de Dios, los
justos morarán seguros en la Santa Ciudad. Para los que
tuvieron parte en la primera resurrección, la segunda muerte no
tendrá poder alguno. (Apoc. 20: 6.) Mientras Dios será para los
impíos un fuego consumidor, para su pueblo será un sol y un escudo.
(Sal. 84: 11.) (Historia de la redención Pág. 449, 450)
Repaso:
Primera
caída: Cuando fue echado del cielo. (2 Pedro 2:4)
Segunda
caída: Cuando fue echado a tierra con la muerte de Cristo en la
cruz. (Apocalipsis 12: 7-9)
Tercera
caída: Cuando fue arrojado al abismo por mil años.
(Apocalipsis 20: 1-3)
Cuarta
caída: Cuando fue lanzado al lago de fuego y
azufre. (Apocalipsis 20: 7-10)