A ti Señor, que has trazado para cada uno de los hombres un camino de Salvación y has dado al mundo a tu Hijo Jesucristo, camino, verdad y vida ; no permitas que abandonemos el camino de los justos.
En tí encuentro las raíces que dan firmeza a mi vida. Tú me haces sentir como " un árbol plantado al borde de las aguas " Siento la corriente de tu gracia que me riega el alma y el cuerpo, hace florecer mi capacidad de pensar y de amar y convierte mis deseos en fruto cuando llega la estación y el sol de tu presencia bendice los campos que tú mismo has sembrado.
Tengo suerte Señor, y lo sé, tengo la suerte de conocerte, de conocer tus caminos, tu voluntad, tu ley. La vida tiene sentido para mí, porque te conozco a tí, porque sé que este mundo difícil tiene una razón de ser, que hay una mano cariñosa que me sostiene, un corazón amigo que piensa en mí y una presencia de eternidad día y noche dentro de mí.
Conozco mi camino, porque te conozco a tí y tú eres el Camino. El pensar en eso me hace caer en la cuenta de la suerte que tengo de conocerte y de vivir contigo.
Necesito seguridad Señor en medio de este mundo amenazador en que vivo y tu ley que es tu voluntad y tu amor y tu presencia , es mi seguridad.
Te doy gracias Señor como el árbol se las da al agua y a la tierra.
Amén