A vueltas con la humildad!!!!
Actitud de la persona que no presume de sus logros, reconoce sus
fracasos y debilidades y actúa sin orgullo. La humildad es
una virtud de realismo, pues consiste en ser conscientes de nuestras
limitaciones e insuficiencias y en actuar de acuerdo con tal
conciencia. Más exactamente, la humildad es la sabiduría de
lo que somos, es decir, ser conscientes de nuestro
conocimiento, realidad e ignorancia.
Muchos
hoy en día todavía no han comprendido que significa la palabra
"humildad" muchos asocian la humildad a la suciedad o la
pobreza por ejm: si miran a un mendigo harapiento, sucio o hambriento
la gente dice que humilde es ese hombre; o si observan una vivienda
de plástico o de cartón hay quienes opina que humilde vive esa
gente. Eso no es así. La Biblia dice que Satanás es el padre de
toda mentira y engaño. Juan 8:44.El diablo ha engañado a la gente
asociando estos términos de manera incorrecta.Veamos que significa la humildad. El mayor ejemplo de humildad fue Jesús de Nazaret, no por que naciera en un establo al lado de bueyes, sin embargo el maestro al crecer gozaba de gracia delante de Dios y los hombres, no por esos Jesús caminaba sucio o harapiento. el solo hacía lo que veía hacer al padre.
Que significa esto. Que la verdadera humildad de una persona está en el corazón. ser sincero con uno mismo y delante de los hombres. La humildad es ser uno mismo. no aparentar lo que no se es.
Entonces, ser humilde es........
- Ser humilde es reconocer los DEFECTOS que tengo, y reconocer también mis CUALIDADES.
- Ser humilde es reconocer la verdad: que no soy más que criatura de Dios, imperfecta, necesitada, que cae una y otra vez en el pecado.
Pero a la vez reconocer que soy criatura amada infinitamente por Dios, redimida por Él y llamada a dar frutos en mi vida.
- Ser humilde es vivir sin buscar el aprecio de los demás, la fama y el poder. Es vivir sin que me importe lo que piensen los otros sobre mí, importándome solo lo que piensa Dios.
La palabra de Dios nos dice en el libro de los proverbios "Que el da gracia a los humildes; pero resiste a los orgullosos." un hombre harapiento que camina sucio por las calles; camina de tal forma por que no es humilde, no quiere reconocer que en Jesús hay salvación y un cambio de vida; si de veras este hombre fuera humilde aceptara con gozo las palabras del maestro; pero como no es así este hombre es un pobre orgulloso que quiere seguir viviendo ese tipo de vida.
La palabra de Dios nos dice en mateo 11:28 "vengan a mi
todos los que están cargados que yo los haré descansar y aprendan
de mi que soy manso y humilde y hallaréis descanso para vuestras
almas. "
Seamos humildes. No con simulada sencillez, ni falsa modestia, que equivaldrían a rebuscada soberbia, sino con genuina humanidad.
Amados amigos, hermanos espero que este mensaje nos sirva para descubrir el verdadero valor de la humildad.
Seamos humildes hoy. Reconozcamos que necesitamos a Jesús. Arrepintámonos de nuestros pecados y dejemos que él lleve niestras cargas. recordemos que el mañana no existe. La salvación de nuestra alma es hoy. No mañana. Tomemos la decisión de acercarnos al maestro que hizo los cielos y la tierra y todas las cosas que en ella existen.
Recuerda,,,,,,,, "El que encubre pecados no prosperará; más el que los confiesa y se aparta alcanzará misercordia".
"Humildad, caridad y modestia, no pueden estar separadas la una de la otra.".
(Don Bosco)
Y que podemos hacer?
Por ejemplo, se aconseja.......
Solo hagamos esta oración hoy "señor Jesús reconozco que soy un pecador(a).toma hoy mismo el control de mi vida y límpiame de toda maldad. Te recibo hoy mismo como mi salvador personal y confieso que mi pecado me separa de ti. inscribe mi nombre en el libro de la vida y si yo muere en este instante al despertar estaré en tus brazos. Amén. Amén. Amén."
Seamos humildes. No con simulada sencillez, ni falsa modestia, que equivaldrían a rebuscada soberbia, sino con genuina humanidad.
Amados amigos, hermanos espero que este mensaje nos sirva para descubrir el verdadero valor de la humildad.
Seamos humildes hoy. Reconozcamos que necesitamos a Jesús. Arrepintámonos de nuestros pecados y dejemos que él lleve niestras cargas. recordemos que el mañana no existe. La salvación de nuestra alma es hoy. No mañana. Tomemos la decisión de acercarnos al maestro que hizo los cielos y la tierra y todas las cosas que en ella existen.
Recuerda,,,,,,,, "El que encubre pecados no prosperará; más el que los confiesa y se aparta alcanzará misercordia".
"Humildad, caridad y modestia, no pueden estar separadas la una de la otra.".
(Don Bosco)
Y que podemos hacer?
Por ejemplo, se aconseja.......
Solo hagamos esta oración hoy "señor Jesús reconozco que soy un pecador(a).toma hoy mismo el control de mi vida y límpiame de toda maldad. Te recibo hoy mismo como mi salvador personal y confieso que mi pecado me separa de ti. inscribe mi nombre en el libro de la vida y si yo muere en este instante al despertar estaré en tus brazos. Amén. Amén. Amén."
La salvación que nos trae Jesucristo, que es la liberación de
todos los males, es la que produce la verdadera alegría en nosotros.
Dice la segunda lectura: Tened paciencia, como el agricultor,
hasta la venida del Señor. ¡Qué impacientes somos cuando
esperamos! Nos gustaría acelerarlo todo, que todo llegase enseguida;
pero hay que tener paciencia como el agricultor que sabe esperar y
respetar el ciclo de la naturaleza. "la paciencia todo lo
alcanza".
INTRODUCCIÓN:
La asiduidad de los primeros cristianos a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión fraterna, a la fracción del pan y a las oraciones sobre todo fue posible con el poder de vida de Jesús resucitado. Este poder continúa actuando, como dan prueba los cristianos de la Jerusalén actual. A pesar de las dificultades de la situación donde se encuentran, y cualquiera que sea la posible semejanza con Getsemaní y Gólgota, saben en la fe que todo se renueva en la verdad de la resurrección de Jesús de entre los muertos.
La luz y la esperanza de la resurrección transforman todo. Como anunció Isaías, la oscuridad se cambia en luz; todos los pueblos son iluminados. La fuerza de la resurrección irradia desde Jerusalén, lugar de la Pasión del Señor, y atrae a todas las naciones hacia su claridad. Es una nueva vida, donde la violencia se descarta y donde se encuentra seguridad en la salvación y la alabanza.
La asiduidad de los primeros cristianos a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión fraterna, a la fracción del pan y a las oraciones sobre todo fue posible con el poder de vida de Jesús resucitado. Este poder continúa actuando, como dan prueba los cristianos de la Jerusalén actual. A pesar de las dificultades de la situación donde se encuentran, y cualquiera que sea la posible semejanza con Getsemaní y Gólgota, saben en la fe que todo se renueva en la verdad de la resurrección de Jesús de entre los muertos.
La luz y la esperanza de la resurrección transforman todo. Como anunció Isaías, la oscuridad se cambia en luz; todos los pueblos son iluminados. La fuerza de la resurrección irradia desde Jerusalén, lugar de la Pasión del Señor, y atrae a todas las naciones hacia su claridad. Es una nueva vida, donde la violencia se descarta y donde se encuentra seguridad en la salvación y la alabanza.
CANTO AL ESPÍRITU SANTO
Quédate un momento en silencio. Dale espacio a tu corazón. Coloca tu corazón paralítico junto a Jesús. En la intimidad con Jesús tu corazón empezará a caminar de nuevo, aprenderá el lenguaje del amor. Cuando oras te encuentras ante un Misterio de amor. Abre hoy tus manos y tu corazón para acoger a Dios.
Aquí estoy, mi Dios, ante ti, abierto(a) al regalo inmenso de tu amor. Sé que solo Tú puedes llenar mi corazón.
Escucha el lenguaje siempre nuevo que Dios te comunica a ti y a toda la humanidad: “Yo soy amor y te busco para amarte”.
Responde a este amor desde el silencio, “el lenguaje que Dios más oye solo es el callado amor”
Exhalaste tu perfume, y respiré y suspiro por Ti. Gusté de Ti, y siento hambre y sed. Me tocaste, y me abrazo en tu paz. Te amo, mi Señor, te amo. Gracias te doy por saber que te amo.
Acoge este consejo de una amiga de Dios,
Sonreír es una hermosa manera de amar y de orar
Quédate un momento en silencio. Dale espacio a tu corazón. Coloca tu corazón paralítico junto a Jesús. En la intimidad con Jesús tu corazón empezará a caminar de nuevo, aprenderá el lenguaje del amor. Cuando oras te encuentras ante un Misterio de amor. Abre hoy tus manos y tu corazón para acoger a Dios.
Aquí estoy, mi Dios, ante ti, abierto(a) al regalo inmenso de tu amor. Sé que solo Tú puedes llenar mi corazón.
Escucha el lenguaje siempre nuevo que Dios te comunica a ti y a toda la humanidad: “Yo soy amor y te busco para amarte”.
Responde a este amor desde el silencio, “el lenguaje que Dios más oye solo es el callado amor”
Exhalaste tu perfume, y respiré y suspiro por Ti. Gusté de Ti, y siento hambre y sed. Me tocaste, y me abrazo en tu paz. Te amo, mi Señor, te amo. Gracias te doy por saber que te amo.
Acoge este consejo de una amiga de Dios,
Sonreír es una hermosa manera de amar y de orar
Padre celestial.
Te damos gracias y te alabamos por el don de Jesús, tu único Hijo; por su nacimiento en Belén; su ministerio en toda la Tierra Santa, su muerte en la cruz, su resurrección y su ascensión. El ha venido a rescatar esta tierra y el mundo. El ha venido como Príncipe de la Paz.
Te damos gracias por todas las Iglesias del mundo que se unen a nuestra oración de hoy por la paz. Nuestra Ciudad Santa y nuestra tierra necesitan mucho la paz. En tu inefable misterio y tu amor para con todos, haz que la fuerza de tu redención y de tu paz supere todas las barreras de culturas y religiones, y llene el corazón de todos los que te sirven aquí, los de los dos pueblos, israelí y palestino, y de todas las religiones. Envíanos responsables políticos dispuestos a dedicar su vida a una paz justa para sus pueblos.
Dales el valor de firmar un tratado de paz que ponga fin a la ocupación impuesta por un pueblo sobre otro, concede la libertad a los palestinos, da la seguridad a los israelíes y libéranos a todos del temor. Danos responsables que comprendan la santidad de nuestra ciudad y que la abren a todos sus habitantes, palestinos e israelíes, y a todo el mundo.
Sobre esta tierra que tú has santificado, libéranos a todos de los pecados de odio y asesinato. Libera las almas y los corazones de los israelíes y palestinos de este pecado. Concede la liberación a los habitantes de Gaza que conocen interminables pruebas y amenazas.
Ponemos en ti nuestra confianza, Padre celestial. Creemos que eres bueno y que tu bondad triunfará sobre los males de la guerra y el odio en nuestra tierra.
Imploramos tu bendición, especialmente sobre los niños y los jóvenes, para que su temor y la angustia del conflicto cambien a la alegría y a la felicidad de la paz. Oramos también por las personas mayores y minusválidas, por su propio bienestar y porque aporten la contribución que les es posible para el futuro de esta tierra.
Oramos finalmente por los refugiados, dispersados por el mundo a causa de este conflicto.
Tú, Dios nuestro, concede a los políticos y a los gobernantes que tienen responsabilidad la sabiduría y el valor de encontrar soluciones justas y adaptadas.
Todo eso, te pedimos en nombre de Jesús. Amén.
Te damos gracias y te alabamos por el don de Jesús, tu único Hijo; por su nacimiento en Belén; su ministerio en toda la Tierra Santa, su muerte en la cruz, su resurrección y su ascensión. El ha venido a rescatar esta tierra y el mundo. El ha venido como Príncipe de la Paz.
Te damos gracias por todas las Iglesias del mundo que se unen a nuestra oración de hoy por la paz. Nuestra Ciudad Santa y nuestra tierra necesitan mucho la paz. En tu inefable misterio y tu amor para con todos, haz que la fuerza de tu redención y de tu paz supere todas las barreras de culturas y religiones, y llene el corazón de todos los que te sirven aquí, los de los dos pueblos, israelí y palestino, y de todas las religiones. Envíanos responsables políticos dispuestos a dedicar su vida a una paz justa para sus pueblos.
Dales el valor de firmar un tratado de paz que ponga fin a la ocupación impuesta por un pueblo sobre otro, concede la libertad a los palestinos, da la seguridad a los israelíes y libéranos a todos del temor. Danos responsables que comprendan la santidad de nuestra ciudad y que la abren a todos sus habitantes, palestinos e israelíes, y a todo el mundo.
Sobre esta tierra que tú has santificado, libéranos a todos de los pecados de odio y asesinato. Libera las almas y los corazones de los israelíes y palestinos de este pecado. Concede la liberación a los habitantes de Gaza que conocen interminables pruebas y amenazas.
Ponemos en ti nuestra confianza, Padre celestial. Creemos que eres bueno y que tu bondad triunfará sobre los males de la guerra y el odio en nuestra tierra.
Imploramos tu bendición, especialmente sobre los niños y los jóvenes, para que su temor y la angustia del conflicto cambien a la alegría y a la felicidad de la paz. Oramos también por las personas mayores y minusválidas, por su propio bienestar y porque aporten la contribución que les es posible para el futuro de esta tierra.
Oramos finalmente por los refugiados, dispersados por el mundo a causa de este conflicto.
Tú, Dios nuestro, concede a los políticos y a los gobernantes que tienen responsabilidad la sabiduría y el valor de encontrar soluciones justas y adaptadas.
Todo eso, te pedimos en nombre de Jesús. Amén.
ORACIÓN FINAL
Dios, que proteges a la viuda, al huérfano y al extranjero en un mundo donde muchos conocen la desesperación, tú has resucitado a tu Hijo Jesús para llevar esperanza a la humanidad y renovación a tierra. Sigue consolidando y unificando tu Iglesia en sus luchas contra las fuerzas de la muerte en un mundo donde la violencia hacia la creación y hacia la humanidad obscurecen la esperanza en la nueva vida que tú ofreces. Te lo pedimos en nombre de Cristo resucitado, en la fuerza de su Espíritu. Amén.
Dios, que proteges a la viuda, al huérfano y al extranjero en un mundo donde muchos conocen la desesperación, tú has resucitado a tu Hijo Jesús para llevar esperanza a la humanidad y renovación a tierra. Sigue consolidando y unificando tu Iglesia en sus luchas contra las fuerzas de la muerte en un mundo donde la violencia hacia la creación y hacia la humanidad obscurecen la esperanza en la nueva vida que tú ofreces. Te lo pedimos en nombre de Cristo resucitado, en la fuerza de su Espíritu. Amén.