IMPORTANCIA Y NECESIDAD
de la Lluvia tardía
El propósito , “ en ese tiempo, descenderá la lluvia tardía “ de la presencia de Señor para dar poder a la voz fuerte del tercer ángel, y preparar a los santos para que puedan subsistir durante el plazo cuando las siete postreras plagas serán derramadas “.
“ Es la lluvia tardía que los reaviva y los fortalece ( a los hijos de Dios ) para pasar por el tiempo de angustia “
“ Esta obra será semejante a la que se realizó en el día de Pentecostes. Como la “ lluvia tardía “ fue dada en tiempo de la efusión del Espíritu Santo, al principio del ministerio evangélico, para hacer crecer la preciosa semilla, así la “lluvia tardía” será dada al final de dicho ministerio para hacer madurar la cosecha”
”Esta bendición prometida, pedida con fe, trae consigo todas las bendiciones. Se da según las riquezas de la gracia de Cristo, quien está listo para abastecer a toda alma según su capacidad de recepción.
Las virtudes y bendiciones cristianas son frutos del Espíritu.
“ En ningún punto de nuestra experiencia podemos dejar de contar con la ayuda de aquello que nos hace idóneos para hacer el primer comienzo.
Las bendiciones recibidas bajo la lluvia temprana nos son necesarias hasta el fin. Sin embargo éstas solas no serán suficiente. Mientras albergamos las bendiciones de la lluvia temprana, no debemos, por otra parte, perder de vista el hecho de que sin la lluvia tardía, para llenar la espiga y madurar el grano, la cosecha no estaria lista para la siega, y el trabajo del sembrador habría sido en vano.
La gracia divina se necesita al comienzo, se necesita gracia divina a cada paso de avance, y sólo la gracia divina puede completar la obra.
No habrá ocasión de descansar en una actitud descuidada. Nunca debemos olvidar las amonestacion es de Cristo: “ Velad en oración”, “ Velad.. orando en todo tiempo “ Una conexión con el agente divino es esencial para nuestro progreso en todo momento.
Podemos haber tenido una medida del Espíritu de Dios, pero por la oración y la fe continuamente hemos de tratar de conseguir más del Espíritu.
No debemos nunca cesar en nuestros esfuerzos, Si no progresamos, si no nos colocamos en la actitud de recibir tanto la lluvia temprana como la tardia, perderemosa nuestras almas y la responsabilidad descansará a nuestra propia puerta “