Los
Mandamientos de Dios
Dios
en su infinita misericordia nos envía a su Hijo para darnos la
posibilidad de la salvación. Cristo padeció, murió y resucitó por
nosotros, con ello, nos obtuvo la redención. Con el fin de continuar
su obra redentora, funda la Iglesia, que es la designada por Él como
guardiana de los medios de salvación.
Escogió a los apóstoles para que gobernaran la Iglesia y les transmitió sus poderes. Les dijo: “Lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo”. Mt. 19,16.
Los poderes que Cristo le transmitió a los apóstoles son:
Escogió a los apóstoles para que gobernaran la Iglesia y les transmitió sus poderes. Les dijo: “Lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo”. Mt. 19,16.
Los poderes que Cristo le transmitió a los apóstoles son:
Enseñar
con autoridad la doctrina de
Cristo. Por ello, siempre debemos estar atentos a lo que el
Magisterio nos dice. La Iglesia nos va enseñando el camino a seguir
para obtener la salvación.
Santificar para salvación. Todos tenemos necesidad de la
gracia para salvarnos, solos no podemos, por tanto, no podemos
rechazar esta función.
Gobernar
mediante leyes que
obligan en conciencia. Siempre debemos obedecer al Magisterio en
cuestiones de fe. Por esta autoridad que le viene del mismo
Jesucristo, la Iglesia puede y debe promulgar leyes que ayuden a los
fieles en su camino hacia la Casa del Padre.
La Iglesia tiene un doble fin:
La Iglesia tiene un doble fin:
Un
fin último que
es la gloria de Dios
Un
fin próximo,
la salvación de los
hombres.
La Iglesia, como Maestra que es, para cumplir con su misión da normas para ayudar a los cristianos a cumplir y vivir mejor los mandatos de Dios. Entre estas leyes o normas se encuentran los Mandamientos de Dios. Todas las personas que pertenecen a ella están obligadas a cumplir con ellos.
Los mandamientos de la Ley de Dios son inmutables, no pueden cambiar por estar basados en la naturaleza humana, obligan todas las personas, pues están inscritos en la conciencia.
El carácter obligatorio de las leyes positivas promulgadas por la autoridad tienen como fin garantizar a los fieles el mínimo indispensable en el espíritu de oración y en el esfuerzo moral.
y así ayudarles a participar activamente en la vida de la Iglesia, a cumplir sus deberes con Cristo y beneficiarse de los dones de salvación que Él nos entregó.
La Iglesia, como Maestra que es, para cumplir con su misión da normas para ayudar a los cristianos a cumplir y vivir mejor los mandatos de Dios. Entre estas leyes o normas se encuentran los Mandamientos de Dios. Todas las personas que pertenecen a ella están obligadas a cumplir con ellos.
Los mandamientos de la Ley de Dios son inmutables, no pueden cambiar por estar basados en la naturaleza humana, obligan todas las personas, pues están inscritos en la conciencia.
El carácter obligatorio de las leyes positivas promulgadas por la autoridad tienen como fin garantizar a los fieles el mínimo indispensable en el espíritu de oración y en el esfuerzo moral.
y así ayudarles a participar activamente en la vida de la Iglesia, a cumplir sus deberes con Cristo y beneficiarse de los dones de salvación que Él nos entregó.