La cruz une la justicia y la misericordia
Su propósito (de Cristo ) era reconciliar la prerrogativas de la justicia y la Misericordia, y que cada una quedara separada en su dignidad, y sin embargo unidas. Su misericordia no era debelidad, sino un terrible poder para castigar el pecado porque es pecado y , sin embargo, un poder para atraer hacia él el amor de la humanidad.
La justicia puede perdonar mediante Cristo sin sacrificar una jota de su excelta santidad.
La Justicia y la Misericordia se mantuvieron separadas, opuestas la una a la otra, separadas por un ancho abísmo.
El Señor nuestro Redentor, revistió su devinidad con humanidad, y forjó a favor del hombre un carácter que era sin mancha ni tacha. Plantó su cruz a mitad del camino entre el cielo y la tierra, y la convirtió en el objeto de atracción que se extendia en ambas direcciones, uniendo a la Justicia y a la Misericordia a través del abismo. La Justicia se transladó desde su elevado trono y con todos los ejercitos del cielo se aproximó a la cruz. Allí vio a Uno igual a Dios llevando el castigo de toda injusticia y todo pecado . La Justicia se inclinó con reverencia ante la cruz con perfecta satisfacción , diciendo : Es suficiente .