El que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para vida eterna." Amado amigo, esa fuente preciosa se abrió para tí, cuando el costado del Señor Jesucristo fue traspasado y su sangre y agua fue derramada para limpieza y purificación de tu alma.
domingo, 25 de septiembre de 2011
QUEBRANTANDO EL PODER DE SATANAS
Quebrantando el poder de Satanás
El alma que ama a Dios anhela obtener fortaleza de él por medio de una constante comunión con él. Cuando el alma se habitua a conversar con Dios es qubrantado el poder del maligno, pues Satanás no puede permanecer cerca del alma que se aproxima a Dios.