" No se
turbe vuestro corazón ; creéis
en Dios, cred también en mí. En
la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera , yo os lo
hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me voy
y os preparo lugar, vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para
que donde yo esté, vosotros también esteis " (
Juan 14; 1-3 )
El
8 de diciembre de 1941, Japón atacó a la flota de guerrra de los
Estados Unidos en Hawai. Cerca de las islas Filipinas, uno de los más
importantes puntos militares americanos del Pacífico , fue invadido
por la tropas japonesas, En mayo de 1942, el general Doug McArthur,
tuvo que retirarse, dejando atrás a miles de soldados americanos
prisioneros. En su último mensaje a sus tropas les dijo: "
Volveré " Los prisioneros, mientras estaban sometidos a
trabajos forzosos, vivian con la esperanza de que su general un día
volvería. Poco a poco la guerra fue decantando a favor de los
estadounidenses, y en 1944 estas tropas desembarcaron en la Playa
Roja de la Isla Leyte ( Filipinas )
Cuando vieron los paracidas pasando por encima del campo de concentración, los prisioneros comenzaron a gritar : " ¡ Viene la liberación ! " A un nivel más alto y con implicaciones cósmicas tenemos la promesa del Señor Jesucristo que un día vendrá a llevarnos a casa.
Cuando vieron los paracidas pasando por encima del campo de concentración, los prisioneros comenzaron a gritar : " ¡ Viene la liberación ! " A un nivel más alto y con implicaciones cósmicas tenemos la promesa del Señor Jesucristo que un día vendrá a llevarnos a casa.