viernes, 30 de septiembre de 2011

REGLAS PARA LOS AGENTES DEL REINO




                              ¿Y ENTONCES?

Al leer la Biblia encontramos que Dios está sin duda interesado en tener
ciudadanos que respeten las reglas de su reino. 

Cristo vino a esta tierra y mantuvo una estrecha relación con su Padre, construyendo así un puente para todos los creyentes. Él nos enseñó cómo unir los puntos que nos llevan a amar a Dios. ¿Nos acordamos de esos ejercicios que hacíamos cuando éramos pequeños en los que teníamos que unir los puntos para descubrir un dibujo?  No podíamos ver el dibujo hasta que no conectábamos todos los puntos.

Cada página de las Escrituras, haya sido escrita en piedra o en papel, tiene un
propósito: revelarnos a un Dios amoroso y maravilloso. Cada regla, tal como «No
debemos engañar a nuestros compañeros de clase» o «Hemos de respetar a
nuestros padres» puede convertirse en una ley vacía carente de relevancia o
puede recordarnos cómo es la personalidad de Dios. 

Tenemos un Dios justo. Tenemos un Dios fiel. Tenemos un Dios que nos ama incondicionalmente.  

Estas características son visibles en la persona de Cristo y en la vida de cualquiera que las practique. La decisión es nuestra. 
Pero no solo es un asunto de normas. Si queremos ir más allá de las normas, tenemos que descubrir el corazón del Dios que está detrás de ellas.