Por medio de la ayuda que Cristo puede dar, seremos capaces de refrenar la lengua. Aunque él fue probado ( terriblemente ) para que hablara precipitadamente y con ira, ni una sóla vez pecó con sus labios . Con paciente calma hizo frente a las burlas, los sarcasmos y al ridículo de sus compañeros en el banco de carpintero . En vez de replicar con ira, comenzaba a cantar uno de los bellos salmos de David, y sus compañeros se unian con él en el himno antes de que se dieran cuenta de lo que estaban haciendo.
Qué transformación se produciría en este mundo si los hombres y mujeres de hoy en día siguieran el ejemplo de Cristo en el uso de las palabras.